Todo empieza con un e-mail

Todo empieza con un e-mail, un e-mail que recibimos en el ordenador en el que hay una frase: "Has sido admitido/a...", y vas a ser estudiante de Magisterio.
Esa frase te cambiará la vida, pues desde ese momento te adentras en el camino de la docencia; una etapa en la que al final te sentirás orgulloso de haber entrado...

Yo, personalmente, estoy estudiando Magisterio de Educación Infantil, y creo que todo profesor debería empezar por ahí, por ser docente en Educación Infantil, ya que como dicen muchos profesionales, es una experiencia que marca y hace ver las cosas como son, la complejidad y la belleza que tiene educar al ser humano y comprender lo diferentes y lo parecidos que somos todos.

Lo elegí porque me gusta, porque siento que es una carrera que vas a recoger lo que siembras: si siembras buenas cosechas vas a recoger buenos frutos, vas a recoger ingenieros, médicos, maestros... y creo que haber sido la maestra de quien algún día puede enseñar a tus propios hijos o nietos, o que simplemente te puede salvar la vida, es algo que motiva y te ayuda a seguir adelante.

A pesar de que siempre existen algunas dudas en el camino, yo, hoy por hoy, estoy convencida de que he elegido la mejor carrera y la mejor profesión, pues la satisfacción que te da el enseñar no te la dará ninguna otra profesión. Nosotros somos los responsables de sacarle todo el brillo a esos pequeños diamantes que son los niños.

Por ello y mucho más, estoy orgullosa de ser estudiante de Magisterio y futura profesora de Educación Infantil.